20. Sandía con limón
Mi abuela siempre me repetía lo mismo cuando comíamos sandía en casa:
"Ramoncito, no te tragues las pipas o te crecerá una sandía en la barriga".
Absurdo.
¿Verdad?
Pues me lo creía.
Joder, no te rías, era un niño.
Los niños de antes no teníamos un iPhone de mil pavos para buscar estas cosas.
Ni siquiera existía Internet.
En el episodio 119 de Oposiciones Militares, hablé sobre la elección de Hércules.
Pero.
Pero.
Pero.
Hoy no vengo a hablarte de dicho camino.
Eso será mañana.
Te menciono el episodio porque en él cuento que Joan Boluda, un experto en marketing digital al que sigo desde hace años, anunció el martes que cumplía 45 años y, por tanto, se jubila.
Lo repito para los del fondo.
Este tío cumplió el martes 45 años y ha decidido jubilarse.
Sí, 45 años.
Cuarentaycincoañosysejubila.
Jubilarse es no trabajar más.
Te lo aclaro por si las dudas y tal.
No le ha tocado la lotería.
Tampoco es un millonetis.
Ni siquiera ha sido algo que ha surgido así porque sí.
Es un objetivo que tenía desde hace 15 años, cuando montó su empresa principal.
Y ha llegado ese día.
Trabajó duro.
Fue cumpliendo objetivos.
Y jubilado a los 45 años.
Deja que te cuente los cálculos que ha hecho para poder jubilarse.
Bueno, espera, sigamos con lo de mi abuela.
Lo dejamos en el punto en el que creías que yo era un idiota por creer esas cosas.
Sin embargo, tú creías que una rata vendría a llevarse tu diente de debajo de la almohada y, además, te dejaría dinero.
Dinero.
Por un diente.
Una puta rata.
Seguro que si echas la vista atrás recordarás un montón de "mentirijillas" que te contaban tus padres, tíos y abuelos.
La cuestión es que, detrás de esas historietas, se escondían lecciones, aprendizajes, enseñanzas (se me acaban los sinónimos) que querían transmitirnos.
A lo largo de nuestra infancia, los adultos nos traspasan gran parte de su conocimiento, pero también sus miedos y pensamientos limitantes.
Si la historia de Joan el jubilado te choca tanto es porque desde pequeño te han contado la misma historia.
"Juanita, trabaja duro para que puedas jubilarte a los 67 y cobrar tu pensión".
"Pedrito, hay que cotizar. Cotizar es lo más importante para jubilarte y pasar a la buena vida".
Pero ese no es el único camino.
Ni siquiera es el mejor.
Es una mierda, si lo piensas.
A este ritmo, te jubilarás a los 70 años.
70 años.
Si ya estás reventado, imagínate con 70 años.
Te reías de mí por creer que me crecería una sandía en la barriga y tú te creíste la mayor historia de todas.
Una historia que ni siquiera tiene un aprendizaje detrás.
En mi caso, me creí la historia que me contó mi abuela para que no me atragantase con una pipa.
En tu caso, te has creído la historia de la jubilación, de la carrera de la rata, y lo que se te va a atragantar es la vida.
Ambos somos ya adultos.
Yo me como la sandía con pipas.
¿Qué vas a hacer tú?
Sé feliz,
Ramón Lora.
PD: El lunes te cuento lo de los cálculos de Joan.
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