52. Ferrari o patinete
A veces es necesario parar para seguir avanzando.
Es una frase que habrás leído muchas veces, pero no por ello deja de ser cierta.
Aplicar la pausa meditada y consciente en nuestras vidas es obligatorio si queremos llegar a buen puerto.
Puedes pasarte la vida acelerando, quemando el motor del coche, gastando las ruedas, derrochando gasolina.
Recorrer cientos de miles de Kilómetros a todo gas.
Y, quizás, no hagas más que alejarte del destino que querías alcanzar.
Por ello, pararte y redirigir el rumbo cada cierto tiempo, es necesario.
Peeeero.
Pero.
Pero.
Poco se habla del otro punto.
Está genial que redirijas.
Pero cuando tengas claro el rumbo, tienes que acelerar a muerte.
Hay personas que se pasan la vida cambiando el rumbo.
Ajustándolo a la mínima desviación posible.
Sacando la brújula y el plano cada pocos metros.
Y para rematar.
Avanzan en patinete.
Métele gas, paraliticman.
En mi caso, debo obligarme a frenar para no quemar la flota de vehículos al completo.
Ayer andaba mirando el Grado de Física de la UNED.
Con lo que me gusta la Física, ¿no sería increíble sacarme la carrera con la que todo empezó?
"Echa el freno, Macareno".
Y así todo el rato.
Si me das a elegir, lo tengo clarísimo.
Prefiero ser de los que tienen que obligarse a frenar y coger rumbo que de los que ni arrancan el coche.
Gracias a eso tengo varios proyectos en marcha que me dan unos güenos nineritos con los que poder vivir de hacer cosas que disfruto haciendo.
Además, hay otros por ahí escondidos que me hacen mucha ilusión e iré lanzando poco a poco.
El viernes, por supuesto, te contaré mucho sobre ellos.
Sobre cómo los he montado y como tú podrías montar alguno que disfrutes haciendo y te paguen por ello.
Sé feliz,
Ramón Lora.
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