46. De lunes a lunes y me ahorco porque me toca
Hoy en día hay tantos días especiales, que lo especial es que un día sea un día normal.
Black Friday.
Prime Day.
Blue Monday.
Star Wars Day (May the 4th).
...
De todo y para todos los públicos.
Puro marketing, no me cabe duda.
Pues, porsinolosabeaunqueseguroquelosabes, el Blue Monday es el día más triste del año.
Porque sí.
Porque así está escrito.
Y punto.
Aunque no te lo creas, hay miles de personas que dicen que es cierto.
Que ese día se sienten fatal y que la culpa es de los astros.
Son sus costumbres y hay que respetarlas.
Locos hay en todas partes, no me cabe duda.
Pero.
Pero.
Peeeeeeeeeero.
Hay una cosa aún peor.
Ojo, me voy a inventar el porcentaje, pero seguro que me quedo corto.
Un 90% de los trabajadores (9 de cada 10 patih y pamih).
Sienten lo mismo que esos locuelos del Blue Monday, pero TODOS los Mondays.
Monday es lunes en inglés, que veo a alguno al borde del ictus.
Hemos normalizado que volver al trabajo después del fin de semana sea el día más triste del año.
Semana tras semana.
Me parece gravísimo.
Pero es que ahí no acaba la jugada.
Lo peor es que, para muchos de ellos, el domingo es casi que peor.
Uno de los dos días a la semana que no trabajas.
Y te lo pasas lloriqueando y deprimido porque al día siguiente es lunes.
Si lo piensas, es normal.
Si supieses que mañana sería el peor día de tu año, hoy no estarías precisamente feliz.
Pues amigo lector, tienes que cambiar esa vaina loca.
Hoy no te voy a vender la suscripción premium.
Ni te voy a contar que en el email premium del viernes daré los % de mis ahorros que dedico a cada una de mis inversiones.
Tampoco te voy a contar que en dos semanas llegarán cosas increíbles al grupo privado de Telegram de los suscriptores premium.
Hoy solo voy a pedirte que luches contra el Blue Monday eterno en el que se ha convertido cada inicio de semana de tu vida.
No solo te pido luchar, claro.
También te doy una espada y un escudo.
Una de las cosas que mejor funcionan para luchar contra el Blue Monday eterno es que reserves para el lunes una de las actividades de las que seas un auténtico fanático.
De esas que te suben la bilirrubina.
Convierte el lunes en el día en que sales con tus colegas por la tarde.
Juega los lunes al deporte que te enamora (pádel, fútbol, baloncesto...).
Reserva los nuevos episodios de esa serie que te tiene enganchadísimo para los lunes.
Da igual que salgan el sábado, aguanta hasta el lunes y establece ese día para verlos a partir de ahora.
HAZ COSAS QUE TE ENCANTEN.
Joder, trabajar suele ser una mierda para el 90% de currantes de este país.
Vamos a intentar balancear el asunto.
Sé feliz,
Ramón Lora.
PD: En el futuro hablaremos de otras formas con las que dejar de odiar DEFINITIVAMENTE los lunes. Pero no son tan sencillas de aplicar como las de hoy, claro.
PD2: Ya sabes, todo lo bueno cuesta un montón (excepto los emails de los viernes que están regalados).
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